Conforme va pasando el tiempo tendemos a cambiar nuestras voluntades y nuestras actitudes, de modo que consecuentemente hacemos otro tipo de cosas, realizamos actividades distintas. Esto es debido a que uno va cambiando su vida a medida que va viviendo cosas diferentes, ya que va ganando herramientas y lugares donde poder desarrollarse, lo que llamamos experiencia. Estas transformaciones son naturales y no hay necesidad de luchar contra ellas.
Teniendo en cuenta que vivimos diariamente usando la mente de forma excesiva y descontroladamente, nos sería difícil poner en práctica otro uso de la mente.
Lo único que existe es el presente y el vago recuerdo de la experiencia del día anterior, a lo que llamamos ayer, que no es más que una ilusión mental.
En realidad, curiosamente, no es la propia naturaleza del ser humano quien empuja a las personas a cambiar, sino que es la opinión pública, la presión social
Si entramos a profundizar en la naturaleza del cambio podemos concluir que las transformaciones son tan solo el resultado de dos o más apreciaciones diferentes, distintos sistemas de referencia desde donde mirar el presente. Así pues la mente crea el pasado y el futuro, relacionando el presente con lo que tiene a su alcance, que son los recuerdos, y desde ahí va creando ese mundo racional donde vive la mayoría de la humanidad.
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